Sabía que... LOS TAPICES DE PASTRANA, UNA CRÓNICA A TODO COLOR
Sabía que...
- LOS TAPICES DE PASTRANA, UNA CRÓNICA A TODO COLOR
Los tapices de Pastrana son una espectacular serie de seis tapices flamencos del siglo XV, cuatro de los cuales miden once metros de largo por cuatro de alto. Componen un reportaje a todo color sobre la conquista de las plazas del norte de África por Alfonso V de Portugal, que por estas hazañas recibió el sobrenombre del africano.
Reflejan varias etapas de la toma de las ciudades de Arcila y Tánger por el monarca portugués junto a su hijo Don Juan, el príncipe perfecto, los nobles portugueses de la época y sus contrarios, los defensores de esas plazas. Estas son: Desembarco en Arcila (20 de agosto), Cerco de Arcila (24 de agosto), Toma de Arcila (24 de agosto) y Entrada en Tánger (28 de agosto).
INTERÉS HISTÓRICO
Los tapices fueron tejidos en seda y lana, casi con toda probabilidad, en los telares flamencos del prestigioso taller de Passchier Grenier en Tournai por encargo del mismo Alfonso V. Además, los cuatro paños son de gran interés histórico como documento de su época. En su parte superior muestran unas largas leyendas que explican las escenas, menos el cuarto tapiz, que ha perdido dicha parte. Se tejieron pocos años después de los hechos representados.
Se sabe muy poco de la procedencia de estos paños. Aunque no existen documentos que lo demuestren, las similitudes con otros tapices procedentes de este afamado taller flamenco apuntan en esa dirección.
Tampoco está clara la autoría de los cartones aunque se han atribuido al pintor de corte Nuno Gonçalves, autor de las seis fascinantes tablas góticas conocidas como Paneles de San Vicente, por la similitud que hay entre sus retratos y los que aparecen en los tapices.
Que los tapices narrasen hechos históricos contemporáneos era algo muy insólito en esa época frente a la temática al uso limitada a escenas bíblicas y mitológicas, lo que convierte en excepcional esta serie. No sólo facilitan información sobre los personajes que aparecen representados, sino que también proporcionan datos de interés relativos a los uniformes y las armas de los portugueses y su flota retratados con extrema fidelidad. Nos muestran escenas bélicas donde aparecen soldados, armas, estandartes, combates, embarcaciones, ciudades y escudos y donde se reconocen claramente al rey Alfonso V y a su hijo el príncipe Don Juan.
Es incierta la forma en la que los paños llegaron a la Colegiata de Pastrana y existen varias hipótesis al respecto. Algunos piensan que formaron parte del botín español obtenido en la batalla de Toro del 1 de marzo de 1476, que enfrentó a los Reyes Católicos con Alfonso V -casado entonces con Juana la beltraneja- en la lucha por el trono español, o que se trata de un obsequio personal del monarca portugués al cardenal Mendoza como gesto de gratitud por su postura con los prisioneros lusos.
Otros creen que el monarca portugués no los llegó a recibir nunca y que pasaron directamente al patrimonio de Felipe el Hermoso, duque de Borgoña, que los traería a España al aceptar la corona española en nombre de su esposa Juana la loca. A su muerte en 1506 serían vendidos en pública almoneda, quedándose con ellos el duque del Infantado.
El único dato que se conoce a ciencia cierta es la fecha en que fueron donados por el duque del Infantado a la Colegiata de Pastrana, iglesia elevada a esa categoría por el patrocinio de Rui Gomes da Silva, príncipe de Éboli y I duque de Pastrana. Está documentado que en 1628 se encuentran ya en el palacio de los duques del Infantado en Guadalajara y que en 1664 la familia Mendoza los cede a la Colegiata de Pastrana. Ahora, un equipo de investigación trata de establecer qué itinerario previo siguieron hasta figurar en la testamentaría del duque en 1630.
Por su extraordinaria calidad y estilo, los expertos afirman que fueron realizados, entre 1475 y 1480, bajo la dirección de Passchier Grenier, el más prestigioso marchante de arte de Tournai en la época: un solo tapiz de estas características costaba el precio de tres carabelas. Vencedores y vencidos quedan reflejados en actitudes ajenas al triunfalismo o a la humillación, sin exasperaciones ni merma de la dignidad.
Para los portugueses tienen el valor que aquí atribuimos al cuadro de Las Lanzas de Velázquez. Para la historia del arte son piezas únicas.
Olvidadas del mundo en la Colegiata de la Villa Ducal de Pastrana, a principios del siglo XX los historiadores de arte portugueses José de Figueiredo y Reynaldo dos Santos las reencontraron en Pastrana. El dictador Oliveira Salazar adquirió para el Estado portugués las copias que en tiempos de Manuel Azaña se habían encargado a la Fábrica Nacional de Tapices. Las reproducciones están hoy en el Palacio de los Duques de Bragança de Guimarães.
RESTAURACIÓN PREMIADA
Por iniciativa de la Fundación Carlos de Amberes, los tapices, pasto de las polillas, fueron restaurados por la Real Manufactura De Wit de Malinas en 2009. Durante 2010 fueron expuestos en el Museo de Arte e Historia de Bruselas, en el Palacio del Infantado de Guadalajara, en el Museu de Arte Antiga de Lisboa y en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Se presentaron en las salas de la Fundación Carlos de Amberes de Madrid en 2011 para después viajar a Estados Unidos y mostrarse en la National Gallery de Washington, el Meadows Museum de Dallas, San Diego e Indianápolis.
El proceso de restauración de estas obras –conservación curativa, lo llaman los expertos– contó con el patrocinio del Fondo In Bev-Baillet Latour (que protege el patrimonio belga) y de la Fundación Caja Madrid, que aportaron 50.000 euros cada una para la empresa, que tuvo un coste total de 150.000 euros.
El premio Europa Nostra por este proyecto fue entregado a la Fundación Carlos de Amberes en el Concertgebouw de Ámsterdam, el 10 de junio de 2011.
Queremos finalmente llamar la atención sobre el larguísimo periplo americano que, tras la restauración, impusieron a tan delicados tapices que hasta 2013 no volvieron a España y a la necesidad de acondicionarles, a partir de ahora, un lugar expositiva y técnicamente adecuado para ellos en Pastrana para que albergue, esperemos que definitivamente, esta joya del arte gótico.
Por Antonio Iraizoz García (*)
Fuentes
María del Camino Viana @mariacvg_
hoyesarte.com
Fundación Carlos de Amberes
Europa Nostra
(*) El autor, arquitecto urbanista e investigador, creó en 2011 el blog de historia y cultura portuguesa relacionada con Madrid “Pessoas en Madrid” http://pessoasenmadrid.blogspot.com/

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